15.10.06

Negocios Negociados

De negociados y demás están repletas las páginas de los diarios. Así que este humilde y desierto blog no podía ser la excepción. La vida es un constante tira y afloje, una eterna necesidad de ir transando (en los dos sentidos en que este término puede entenderse ;) ). Por eso nos sentamos los dos ante una desvencijada y polvorienta mesa, sobre la cual pusimos deseos, necesidades, requerimientos, lo que estábamos dispuestos a ceder y finalmente negociamos una solución al asunto. No se hagan ilusiones, no estoy hablando de mi novia y la imposible posibilidad del martirimonio, así que no van a estar invitados a ninguna boda y/o funeral. No van a farrear gratis a mi costa, entiéndanlo.

Aunque la historia les vaya aburriendo (lo muestra la abrumadora cantidad de comentarios del último post), me encontré con El Extraño. Fui hasta La Casa, como un día le había prometido. Pero nada de tortas de canela y café, ni galletitas de salvado no me invitó el pelotudo ése. Cuando llegué me salió con el cuento de que era yo el que tenía que llevar el picnic, que acaso había visto alguna confitería alemana por los alrededores como para que él pudiera hacer las compras.

Entonces, dejando de lado la comida, nos sentamos a hablar. Y entonces me empezó a comentar sobre un lugar, donde yo podría, de verdad y si quisiera, iniciar un camino del héroe que a lo mejor, algún día, me convierte en algo semejante a lo que deseo. “Laciudad”, me dijo que se llamaba el lugar. Qué original… La-Ciudad… Lógicamente le pregunté qué clase de lugar es ése. “Es como un interior reino de nada”, dijo. Yo lo miré fastidiado. “Ese es el título de un libro, no te hagas del genio”. “Bueno, pero expresa bastante bien lo que significa el lugar del cual te hablo. Vas a verlo si vamos, es un lugar donde los cuadros de Dalí te parecerían una expresión del hiperrealismo”. Si quería asustarme como siempre, esta vez no lo logró. Lo observé en silencio un rato y noté que aún cuando los dos compartiéramos la misma apariencia, los mismos rasgos, en conjunto éramos bastante diferentes. El extraño tenía una mirada mucho más perversa, mucho más segura de todo que yo, y aún cuando sus ropas estuvieran más desgastadas y pasadas de moda que las mías, se veía mucho más ‘gentleman’ que yo. Cuando se volteó, me llamó la atención una profunda cicatriz que enmarcaba su rostro del lado derecho, entre las cejas y la mandíbula. Me sentí tentado a preguntarle de dónde la había sacado, pero preferí dejarlo para más adelante.

“Vamos, cuando quieras” le dije, “¿qué hace falta?”. El Extraño sonrió, con esa misma sonrisa de siempre, entre pérfida y sarcástica. “Impulsivo, como siempre”, murmuró. “¡Quién te entiende!” exclamé, “o impulsivo o incapaz de tomar decisiones. No se te da el gusto a vos…”. “Bueno, vamos, futuro Sir Tigre Blanco. Volvé dentro de unos días. Yo tendré todo listo para la partida.” “¿No hace falta que traiga nada? ¿No querés que compre nada del super?”, pregunté recordando el incidente de la torta y el café. “Al lugar a donde vamos, de nada podrían servirte unas cuantas cosas compradas”, afirmó, con esa cara de predicador fanático que empezaba a ponerme nervioso.

De repente me acordé de algo, por algo el título habla de negociados. “¿A cambio de qué voy a contar con la maravilla de tu ayuda?”, pregunté, ya tan sarcástico como él. “Vas a necesitar un guía en Laciudad, un maestro… Hace mucho que deseo representar ese papel.”


Y bueno… Hay cosas peores…
Nos vemos para la partida.

Saludos Felinos.
Acho.



PS: el cuadro, evidentemente, es de Dalí. "La tentación de San Antonio".

4 comentarios:

Otilio Herrera dijo...

Tigre:

Será que el anterior post era más un soliloquio... y yo respeto los momentos de decisión. Este parece más el resultado de todo el asunto. Así que me atrevo a meter mi cuchara.

Sólo para felicitarte si tomaste la decisión de ir a aquel reino que, aunque tortuoso y amenazante al principio, pronto te conquistará. (si no lo ha hecho ya)

Y qué mejor que un buen guía. Ese extraño tuyo me cae bien. No más que tú, naturalmente. Pero algo tiene que atrae a conocerlo. Gracias por dejarlo visitar el blog de cuando en cuando.

No me queda más que desearte la mejor de las suertes en tu Cruzada hacia tierras lejanas. Que el mismo Dios de San Antonio te acompañe.

Un Abrazo Fraterno.

PD Creo que Lía gustará de tu elección de Dalí... aunque los relojes derretidos me gustan más. Será que a últimas fechas quiero hacer eso con el tiempo.

Anónimo dijo...

Gatito!!!!!!!!!!
que felicidad...
me hace muy, muy feliz verte escribiendo.... o ver lo que escribes.. entre días extraños esto me ha puesto feliz...
sabes que hace casi una semana que no ando por este cyber espacio?..
Por la noche, cuando llegue a mi casa, me recostaré comodamente y con mi hija en el regazo leere completo tu post.. es que ahora en la biblioteca no puedo bebermelo con la calma que quiero...
Ademas no recuerdo mi contraseña....
pd. Tambien leere las notas de los vatares de Yoda y su comentario a tu post...
Por cierto la pintura es hermosa. Dalí me encanta aunque aquella del tiempo que se escurre me gusta mas...

Hasta la vista ...

Lia dijo...

Oye,Joven aventurero, ya pensaste que haras cuando veas ese lugar, porque ¿vas a ir cierto?.. ese extraño amigo tuyo tiene un poder de convocatoria casi envidiable, ademas de que se parece mucho a ti...
En verdad será que ese interior nuestro es mas surrealista que Dalí?
será? O es que cuando no sentimos conquistadores de tormentas pasamos horas buscando una, solo para no aburrirnos....
Yo, quiere ver en que termina este embrollo del extraño y un gatito...

Acho dijo...

¡Amigos!
¡Qué bueno volver a verlos por aquí!
Estamos todos inundados de obligaciones, por lo visto...

Me alegro de que les interese el viaje, de todos modos, aunque sea indirectamente, van a venir conmigo. Y ya veremos todos en qué termina este embrollo, si es que estos embrollos pueden terminar...

Cuando vaya a ese lugar... Ya veremos todos que pasa...

Ah! El Extraño agradece sus amables comentarios (tiene el ego por el techo, les comento jajaja)

Saludos Felinos.

PS1: el gusto por los relojes que se escurren, tendrá algo que ver con nuestros destinos condenados a no tener tiempo?
PS2: Lía, me encantó lo de Conquistadores de tormentas. Y sí, yo siempre las estoy buscando, aunque sea para no aburrirme.