22.3.06

Identidad


Varium et mutabile

Hablaríamos de máscaras, interminablemente. Las que usamos todos los días y dependiendo de las diversas circunstancias de nuestra vida. Pero la misión compleja es siempre tratar de descubrir la verdad. La verdad que subyace bajo las máscaras o la verdad revelada a través de ellas.
Pienso que no ha de existir quien se haya salvado de la tortura mental de la eterna pregunta: ¿quién soy? Y creo también, que no hay quien haya encontrado una respuesta perdurable y satisfactoria a dicha cuestión.
Hoy creemos ser de este modo u otro. Para nuestros amigos somos lo máximo, y los que no nos aprecian opinan exactamente lo opuesto. Y mañana, nuestros amigos pueden olvidarnos y nuestros enemigos aprender a apreciarnos. Y el recuerdo de una época, se lo lleva el viento. Quizás también se lleve un trozo de nosotros.
¿Cuál es nuestra identidad? ¿Lo que habita el fondo de nuestro abismo más desconocido o la fachada que se exhibe jornada a jornada? ¿Somos lo que nuestros amigos ven, o lo que los otros desprecian?
Si me preguntaran cuál es el don que me gustaría recibir al final de mi viaje del héroe, respondería: el AUTOCONOCIMIENTO. Un poco egoísta, ciertamente, pero creo que sería el mejor regalo. Saber bien quién soy, cuáles son los elementos que me constituyen, y vivir contento con eso. O mejorarlo, si se puede.


Saludos.

Acho.


(PS: Para quien tiene ganas de hacerse un muñequito que se parezca a sí mismo, como ese que tengo arriba, le recomiendo visitar la página www.elouai.com )

2 comentarios:

Lia dijo...

La vida de otros, a veces suele ser mas interesante que la misma, ¿Sabes por qué?. La verdad es que yo tampoco lo sé, pero mi teoría es que observando a los demás podemos mirar mas fácil hacia nuestro interior, y de una forma paradójica conocer mas de nuestra identidad, tal vez es que la identidad no es mas que un cúmulo de complicaciones para diferenciarnos de los demás, para defender a toda costa una individualidad que a menudo, siempre encaja en un mismo molde. …
Trabaja gatito… que tus dotes de felino ayuden a descubrir que hay detrás de tantas rayas.

Acho dijo...

Detrás de las rayas, sólo profundas rayaduras mentales... ;)

Gracias Lía, por tus comentarios en este blog ególatra.

Menos mal que eres de mi clase. Una atenta observadora, según puedo ver. Estoy de acuerdo con tus palabras: los otros son de cierto modo, un espejo para nosotros mismos (y nosotros para ellos).

Creo que la identidad es, ciertamente, un cúmulo de complicaciones. Un cúmulo de dudas, sobre todo. Pero no creo que nuestra individualidad encaje en un solo molde. Superficialmente, quizás. Pero mirando un poco más adentro, y mirando, más que nada, con nuestros propios ojos, lo más limpios posible de prejuicios, veremos que la individualidad y la identidad de verdad existen y brillan diferente en cada uno, sólo que cambiantes, variables. Como un cielo nocturno, azotado por relámpagos, que de repente enceguecen y de repente nos dejan a oscuras.

Saludos otra vez.