25.3.06

Lluviosa jornada de partida


In tempore opportuno



Dicen que la lluvia trae bonanza. O al menos, esa es la excusa que les dan a las novias para que no se depriman a causa del diluvio que cayó justo en el día de su casamiento, complicando el vestido, el peinado e incluso la carrera automovilística de los invitados desde la iglesia hasta el lugar de la fiesta.

Era un día un poco menos lluvioso que hoy (pero lluvioso después de todo) cuando inauguré mi "Diario de Viaje", por llamarlo de algún modo. Un cuaderno universitario destinado a asentar ampliadamente las locuras que aquí aparecen apenas extractadas. No crean que improviso jajaja.

Todavía no llovía, estaba por llover, cuando empecé a jugar por primera vez con las ideas de empezar, mentalmente claro, mi propio viaje de héroe. Y todo aparecía tan divertido, tan clarificador, que sin importar la lluvia y sin más equipaje que el cuaderno, me lancé al camino de mis propios divagues.

Ese cielo gris que gruñía en la lejanía era un calco de mis inquietudes. Esas mismas que se revolvían en mi interior, nublándolo todo. Días antes, repentinamente, nada me parecía claro. Y mi vida era sofocante, aplastante como en esos días de calor húmedo y pegajoso, cuando rogamos por la lluvia y el viento sur (para nosotros, los que vivimos hacia el sur) a fin de refrescar nuestros rostros cansados. Ése mismo viento que llega hoy, climática e imaginativamente hablando. Ese viento anuncia novedades. Quizás respuestas, quizás aprendizajes y hasta dolores. Pero novedades al fin, la certeza de no estar todavía muerto.

Ese día pensé que nuestros deseos, nuestras inquietudes, raramente nos engañan, sino que son señales de algo, así como los truenos nos indican la proximidad de una tormenta. Creo haberle prestado atención a esas señales. Al final del camino veremos si no las he malinterpretado.


Saludos humedecidos.

Acho


(PS: La imagen es de Chiro, el protagonista de una serie de dibujos animados titulada "Super Escuadrón Ciber Monos Hiper Fuerza Ya!" -sí, así se llama, para los que no tienen hermanitos, primitos, sobrinitos, vecinitos que los conecten con la realidad o simplemente la inmadurez necesaria para ver los canales de dibujos animados de vez en cuando y no me creen-. Lo pasan por Jetix, por si quieren verlo)

3 comentarios:

Lia dijo...

lo dicho, me gusta mucho como esribes y el ultimo parrofo me parece ... no sé, no encuento la palabra, pero me gusta muchisímo...

A mi, me esta costando mucho decidirmo a escuchar las señales, y ojalá la final del camino encontremos que sin importar si interpretamos bien las señales tengamos una sonsrisa plena por al camino al que ellas nos llevaron.

Por cierto, ¿te has leído "El alquimista"

Otilio Herrera dijo...

Hola...
am, bueno, me animo a comentar; pero antes: Soy Oti, mexicano, y lo demás supongo que lo sabrás por el perfil feliz.

A lo que te truje!:
Tu redacción me parece muy viva, llena de esa bendita mágia que el cono sur da a sus hijos. (Gabo, Borges, Coehlo, Roa Bastos...)

La narrativa se te da, y se me antoja leer tus versos... me imagino que tendrás alguno guardado. O ya habrás publicado y yo en Bavia... bueno.

Por cierto, te agradecería que justificaras tus textos. Por experiencia propia: esto le da mayor presencia a tu trabajo. Chic!

Gracias por tus letras hermanito.

Acho dijo...

Gracias a tí, Oti, por tomarte el trabajo de leer estas intrascendencias y opinar en este blog ególatra.

Como verás, tu sugerencia sobre justificar los textos ya ha sido tomada en cuenta. Son detalles que debo ir perfeccionando, despistes que se deben más que nada a mi falta de pericia en el manejo de un blog. Por ello te agradezco que me la hayas hecho ver.

Bueno, agradezco enormemente los elogios a mi narrativa y lo que has dicho sobre la magia. Pero esos señores son todos unos maestros de las artes mágicas... Y yo apenas estoy aprendiendo a tomar en mis manos la varita... :)

Y no te preocupes, no estás en Bavia, Narnia o donde sea, no he publicado nada pero hay algún que otro verso lleno de polvo por allí. Te los mostraré un día de estos.

Y en cuanto a Lía, gracias nuevamente por tus palabras. Los elogios son como música para mis oídos (para todos, no?).´

Espero que la sonrisa no llegue solo al final del camino, sino en cada paso del mismo.

He leído el alquimista, alguna vez cuando era joven e iluso. A veces todavía lo soy.

Saludos a ambos!