3.4.06

La casa abandonada

Nunca fui un niño violento sino en mis deseos más ocultos. Nunca arrojé piedras a los pájaros ni rompí mis juguetes por el mero afán de liberar la energía destructiva que en todos (creo) anida. Ese resabio de conciencia de nuestro destino último que no es otro que la destrucción de la tumba. Hasta ahí lo confirmado, lo que viene después es bastante contingente.

Quizás por esa fijación destructiva que nunca dejé salir, siempre me han llamado la atención las casas abandonadas. Es una de mis tantas obsesiones estéticas. Encuentro en ellas una belleza que me conmueve profundamente, y que surge de su destrucción y abandono, de la decadencia de una gloria de tiempos pasados, de la fuga de los espíritus humanos que un día la habitaron, para preparar la llegada de uno nuevo, un alma propia que se alberga bajo las carcomidas paredes de la estructura.

Si yo fuera una casa, probablemente me parecería a una casa abandonada. Pero, ya que estamos, quisiera parecerme a una casa verdaderamente abandonada, donde no penetre un solo ente humano: ni dueños, ni marginales. Un esqueleto de cemento frío, por donde la soledad campee a su gusto, marcando en la capa de polvo cada una de sus pisadas. Un edificio antiguo y lleno de recodos donde aniden las alimañas de las dudas. Donde el olvido se acomode en los muebles y la nostalgia salude desde las vajillas en desuso. Una casa donde la luz eléctrica ya no se encienda y un montón de tejas rotas dejen ver un retazo de cielo nocturno y estrellas.

Nos esforzamos por construir perfectas nuestras fachadas. Queremos ser esa mansión en la avenida que todos los transeúntes admiran. Me incluyo. Pero mi fachada de casa perfecta es apenas como una de esas escenografías de películas. Cuando llegue el momento, el mundo de cartón será desmontado. Y detrás surgirá la casa abandonada, bella, a pesar de todo.


Saludos Felinos.
Acho.


PS: la imagen la saqué de esta página http://www.charite.de/bbeo/images/wett04/fotowett04.htm . Les diría de qué se trata, pero no entendí mucho porque estaba en alemán. Hay unas cuantas fotos interesantes, de todos modos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno.. emmm.. a ver que sale.. primero que nada.. me quedo con éste? definitivamente..

Dicen que cada persona es un mundo.. cierto.. pero cada vez te encuentro en uno diferente.. creo que a eso le llaman
ser "interesante"...

Los divagues son mi debilidad y más cuando tocan una fibra tan personal como lo hizo "La casa abandonada"

Te sigo leyendo...

Yo

Otilio Herrera dijo...

Gracias por tomar en cuenta mi sugerencia.

Fui a la página y creo que entendí menos. Jajaja. Sin embargo sé que la foto fue tomada en Lisboa, en uno de los barrios antiguos, habla del claro deterioro de la construcción ocasionada por el abandono de la misma. Esto lo dice la nota publicada por la autora (fracesa, deduzco por el nombre)

En fin... el punto es que la casa es bella; imagino a una mujer parada en la ventana para ver llover...

¿será?

Acho dijo...

¿será, oti?
Por eso también me gustan los lugares abandonados: cuántas historias que podrían haber sido, cuántos recuerdos mirándonos a traves de las ventanas. Cuantos gritos en el enmohecido silencio.
Cualquier cosa podría ser, es bueno que te haya gustado buscarlo.

Y gracias a "Yo", (al usuario anónimo identificado como "Yo") por sus gratificantes palabras. A pesar de lo ególatra nunca llego a considerarme interesante, por lo cual, tus palabras son una caricia a mi autoestima. Conozco tu debilidad por los divagues. Por esa debilidad nos divertimos con esas charlas que a veces ni nosotros terminamos de entender, curiosamente, mucho más frecuentes desde que estás lejos.
Me alegra haber tocado una fibra personal. Es bueno hacer contacto con el prójimo de vez en cuando.

Saludos a ambos.

Lia dijo...

Bella, a pesar de todo.

Es curioso pero desde que inaugure mi cámara una de las cosas que mas tomo son casas viejas, antiguas, coloniales, destruidas... debe ser que ese donaire que tiene cada una de ellas me atrae como si pertenecerá, es uno de esos sentimientos entre mezquinos y tristes que me hacen voltear la cara hacia cada casa solitaria.... y cada persona interesante.
Gatito interesante, me gusto , a decir verdad no te había leído nunca en un plan tan ... profundo....

Nota (porque si le pongo posdata me manda error).Me alegra la bella comunidad que están haciendo aquí... ¿tu crees que a tu casa abandonada le puedas agregar un cuarto de escobas?

Acho dijo...

Gracias Lía por tus palabras, bellas, como siempre. Gracias por la doble caricia a mi autoetima... Me dijiste interesante y... ¡profundo! Yipuuuuu!! :D

Debe ser genial tomar tus propias fotografías. Yo todavía no he llegado a esa etapa, por ahora solo las veo cuando ando por las calles como un felino vagabundo o las descubro en este magnífico mundo que es internet.

Producen un sentimiento triste, eso es indudable. Y mezquino también, cierto Lía. Mezquino porque quisiéramos que estuviesen para siempre allí, destruidas y bellas, sólo para que "nosotros" podamos gozar de su melancólica hermosura.

Pero la vida, el mundo, nos demuestra siempre lo contrario. Muchas casas viejas caen demolidas. Se van, con todas sus historias. Así como algún día nos iremos nosotros... con todas nuestras historias.

Saludos mezquinos.
Acho