25.4.06

Noche que no existió

Crónica gris de un fin de semana ajeno


Generalmente encaramos nuestras salidas nocturnas con las mejores ganas. Nos preocupamos por las ropas, por cómo nos vemos. Nos miramos al espejo preguntándonos si tenemos la tan deseada y relativa "onda". Los cazadores afilan sus garras y las supuestas presas exhiben lo mejor que tienen en cada paso.

Pero a veces, aunque todos los elementos estén reunidos, el resultado final es un fracaso. Algo, en las estrellas quizás, determina que ésa no será nuestra noche.

En la oscuridad de los antros todo se confunde. Otros son los parámetros con los cuales somos observados y clasificados. Los nombres quizás se desdibujan, no así los apellidos (ciertos apellidos). Y adentro, poco importa lo que somos, en comparación con lo que mostramos. En una noche de cacería, valemos en la medida que llenamos las expectativas ajenas. Como la esfera de la discoteca, brillamos con la luz que reflejamos.

En algún momento de mi fin de semana, caminaba solo, regresando una vez más de la barra, cuando encontré a una amiga, sentada solitaria en un sofá de la disco. Me senté a su lado y le pregunté si estaba todo bien. Dijo que sí, pero luego me señaló algo adelante. Un cierto sujeto (deseado por las mujeres si los habrá!) que desde hace tiempo cautivaba su interés, apareció con novia nueva. Una especie de Barbie Malibú andante, de esas que le dan a uno ganas de preguntarle dónde dejó el cerebro. Muy diferente a mi amiga en ese aspecto y en otros. Yo no supe qué decirle. Entonces le pregunté si no quería irse ya (tampoco era para mí la mejor de las noches). La invité a comer algo en el camino y me ofrecí a llevarla a su casa. Me parecía una tortura sadomasoquista su permanencia allí, observando deliberadamente las demostraciones de afecto entre Barbie y Ken. Se lo dije cuando caminábamos hacia el estacionamiento. Ella sonrió. Sus ojos iluminaban con el brillo helado de la resignación, de la conciencia de que probablemente nunca podría llenar las expectativas de ése a quien deseaba (pero quien de seguro no se la merecía). "Es apenas como ver una película", me dijo. "Uno se olvida pronto o al menos pretende haberlo hecho". "Un tiempo después se piensa solamente que una noche como ésta no existió".


Saludos Grises.

Acho.


PS: otra de Van Gogh para que se deleiten la vista. "Starry Night" o "La Noche Estrellada".

7 comentarios:

Lia dijo...

Me encanta la noche estrellada, y las que no son de van Gog también.... por el buen humor de mi papá que hoy me dio un aventón al trabajo llegue media hora antes ¡Tengo media hora!!...
Ya con mi rico café al lado.....
He algún tiempo hablaba con un amigo acerca del estúpido juego de las apariencias en el que todos terminamos cayendo, resulta extraño ver como las mujeres sufren por llegar al estereotipo de Barbie y como los hombres con mascara de Ken no son mas que un dejo de prepotencia y altanería (casi ninguno se salva... salvo ciertos gatitos y mi amigo Lalo).. quizás por eso evito los antros cual plaga y prefiero los lugares en que puedes mirar dentro de las personas, aunque sea de forma superficial, aprendí que jamás en la vida voy a ser como barbie y nunca me casare con un Ken, pero también sé que probablemente Barbie nunca aprecié de verdad la extraña belleza de un Van Gog ni encuentre la poesía en las noches estrelladas, y claro las muñecas de cartón tampoco escriben como yo ( también debo alimentar mi ego :) ).. a final de cuentas es como aquello que se sabe desde siempre; la belleza de los cuerpos se termina, pero la de las almas tiende a perdurar... que cada cual tome lo que quiera...

Otilio Herrera dijo...

¡¡El favorito de Mane!!

me refiero al cuadro.

Bendito Dios que hizo que coincidieran en el dicho antro tú y tu amiga... le decía a mi madre hace unos pocos días: "alguien que no sabe apreciar los dones que se le han dado, es un cerdo que no merece que le tires perlas".

¿Cómo ven?

Anónimo dijo...

Uno de mis mayores placeres... observar a la gente en la disco... buenos divagues...

YO.

Acho dijo...

Gracias a todos por vuestra visita, como siempre.

Lía: gracias por decir que me queda bien la máscara de Ken. El cabello de plástico siempre fue mi sueño dorado... ¿Será por eso que nunca salgo de casa sin mi dosis diaria de gel para el pelo?
Ahora, hablando un poco más en serio, dicen que Dios no da con las dos manos... Y la mayoría de las veces es cierto...
¡Bien por alimentar tu ego!, decía un amigo que si uno mismo no habla bien de uno, nadie lo hará.

Pero no estoy de acuerdo en evitar los antros cual plaga... En ese punto estoy totalmente de acuerdo con...

YO: Totalmente de acuerdo, como ya dije. Todo un placer, de verdad. Un caldo de cultivo para los divagues (especialmente en esos días en que uno no levanta ni polvo jajaja... ya salen los divagues pseudo flosóficos jajaja). A veces las máscaras revelan tanto...

Oti: ¿quién es mane? Tiene buen gusto por lo menos jajaja.
Y sí, la verdad, suerte que coincidimos... Ella encontró un príncipe azul que la rescate en su caballo blanco (el gatito! jejeje) de la desagradable visión del sujeto ése con su Barbie playera... Y a mí me salió un divague relativamente decente jajaja... Ah! Y los dos comimos unos buenos lomitos por el camino :) .

Lo malo es que a veces todos nos comportamos como cerdos a los no se deben tirar piedras. Todo tiene que ver con quien nos gusta y quien no. Todo por el estúpido ése de Cupido que tira sus flechas para cualquier lado. O si quieren una explicación científica: por culpa de las hormonas raras ésas que nos vuelven tarados con algunas personas, y con otras ni cosquillas.

Saludos Felinos!

Acho

Lia dijo...

Primero que nada; me sorprende que lo recuerdes Ramón, de verdad.
Segundo: Mane esta en camino de desarrollar un exquisito gusto, quizás viene de familia, o tal vez lo aprende de la hermana J .... aunque en este momento sus dotes de pintor solo llegan a dibujar las poses de “los chicos del barrio”...

Ahora bien nacho; cada quién y sus perversiones así que ve y busca inspiración para tus divagues donde mejor este el cultivo, mientras escribas no importa en que antro estés “trabajando”...
Ahora que en cuanto a los cerdos; es culpa del cerdo y de nadie mas - la vana superficialidad de las apariencias es culpa del ser humano- , en especial siendo que las hormonas no distingues apariencias físicas y cupido es tan real como los reyes magos.. . no le colguemos nuestros milagritos a ese par de pobres, que entre príncipes blancos y gatitos azules, tanta culpa tiene el que hace sufrir como el que sufre...

Por cierto; ¿qué son lomitos?

Acho dijo...

Bueno, primero a las respuestas concretas. Un lomito es un sandwich de carne, o mejor dicho, un sandwich de bife a la plancha, con lechuga, tomate, huevo frito, jamón y queso. Es la costumbre que te de hambre a eso de las 3:30 de la madrugada cuando salís de la disco y lo único que hay abierto son los carritos que venden lomitos (porque en la ciudad hay una ordenanza municipal que obliga a todos los locales -incluido discos, restaurantes, etc, etc- a cerrar a las 3), entonces todos los pilas nos quedamos a comer lomito por ahí.

Y totalmente de acuerdo con tus palabras, Lía. Tanta culpa tiene el que hace sufrir como el que sufre, y, probablemente, este último tenga todavía más culpa. Es dificil luchar contra el instinto cerdito...

Yo prometo seguir "trabajando" en los ámbitos más diversos jajaja

Y por cierto... uds todavía no me dijeron quién es Mane...

Saludos del príncipe azul - tigre blanco.

o sea...
Acho

Otilio Herrera dijo...

Manuel, un amiguito pequeño pero con una mente más grande de lo que muchos pudieran ver... Un pequeño inquieto y feliz, inquisitivo. ¡Él es!