5.4.06

El refugio de vidrio


Muchas ventanas para romper
o
"Filósofos por naturaleza"
según el profe

Dice Joseph Campbell en su libro "El héroe de las mil caras" (mi "libro de texto" a lo largo de este viaje imaginario), y transcribo el trozo a pesar de ser largo sólo porque me gusta mucho:

"Una palabra casual, el olor de un paisaje, el sabor de una taza de té o la mirada de un ojo pueden tocar un resorte mágico y entonces empiezan a aparecer en la conciencia mensajeros peligrosos...
Son peligrosos porque amenazan la estructura de seguridad que hemos construido.
Pero también son diabólicamente fascinantes porque llevan las llaves que abren el reino entero de la aventura deseada y temida del descubrimiento del YO.
La destrucción del mundo que nos hemos construido y en el que vivimos, y de nosotros con él; pero después una maravillosa reconstrucción de la vida humana, más limpia, más atrevida, más espaciosa y plena... ESA ES LA TENTACION, LA PROMESA Y EL TERROR DE ESOS PERTUBADORES VISITANTES NOCTURNOS DEL REINO MITOLÓGICO QUE LLEVAMOS ADENTRO."

Entonces... así nos encontramos un día: plácidamente acomodados en esa estructura de supuestas seguridades que hemos creado, buscando vivir en paz en ella, para decir que tenemos una casa. Y todo va bien, hasta que descubrimos que nuestro refugio está hecho de vidrio, que todas esas certezas que creemos tener no son tales. Y justo cuando nos damos cuenta, inconscientemente, empezamos a arrojar piedras sobre nuestro frágil techo de cristal (o quizás sea al revés, nos damos cuenta de su fragilidad cuando empezamos a arrojar piedras). No importa, ha llegado el momento de las dudas, el primer atardecer del alma. La granizada de preguntas.

Un profesor nos dijo que el ser humano es filósofo por naturaleza, que nadie se escapa alguna vez de las preguntas que buscan respuestas trascendentes y nunca las encuentran.

Pero, quizás haya una diferencia... Algunos construyen sus refugios con vidrios blindados. Blindados por la cultura en que se han criado, blindados por el modelo de felicidad que han absorbido, blindados por el polvo de los sueños juveniles que se negaron a seguir. Entonces, si inevitablemente a veces arrojan un guijarro, éste rebota sin causar el menor daño.

A otros, apenas nos alcanzó para el vidrio más barato. Porque buscamos algo más que seguir el curso del río, porque nuestro modelo de felicidad se aparta un poco del común, aunque sea apenas unos milímetros. Porque esos sueños imposibles todavía los seguimos soñando. Por todo esto, no pudimos blindar los vidrios y estos caen ante los pesados cascotes que le son arrojados.

Ya hablé de mi reprimido afán destructivo y de la belleza de las casas abandonadas, la inquietante y melancólica hermosura de la decadencia. Hoy, antes de alejarme por el camino de un viaje que no sé adonde habrá de llevarme, voy a divertirme rompiendo las ventanas de mi refugio de vidrio. No por malo, sino por pura sumisión al destino, a la destrucción previa y necesaria para la evolución y a la transformación.

En mi recuerdo, mi refugio permanecerá bello, y cuando esté lejos lo contemplaré sin verlo. Y quizás alguna vez vuelva. Y la casa buscará en vano encontrar a quien hoy ve partir, en el extraño que mañana se reflejará en los vidrios rotos.

Saludos.

Acho

PS: para los que disfrutan como yo de la belleza de los lugares abandonados, vayan dos páginas donde encontrarán con qué darse el gusto.
http://www.xs4all.nl/~kazil/etzweiler.html
http://users.pandora.be/a-p/thumbnails.htm
(en esta última dos recomendaciones especiales: la mística belleza de Castle of Mesen y el dolor en la última nota sobre Compagnie Maritime Belge. Para los que saben inglés, los textos complementan lo maravilloso de las fotografías)
La imagen de arriba es de Photowheel - Graffiti Palace. Link directo: http://users.pandora.be/a-p/graffitipalace01.htm

6 comentarios:

Lia dijo...

Solo voy a decirte que ademas de destilar realidad, es verdaramente bello...

Lo dicho, me encata leerte gatito.

Otilio Herrera dijo...

Un comentario a la imagen:
creo que la puerta de al lado lleva al cuarto de las escobas, mis queridos hermanitos.

El texto, sinceramente no lo pude leer porque ya es tarde y mañana debo ir a dejar mañanitas.

Siceramente.

Acho dijo...

Gracias por tus palabras Lía, como siempre.

Sólo para contarles que estoy trabajando en el pedido de la señorita, tratando de abrir una puerta que lleve al cuarto de las escobas de tigris albus. Estará listo oportunamente.

Saludos Felinos.

Otilio Herrera dijo...

Ah, ¡bien! Ya lei el texto.

Interesante esta analogía del refugio y los vidrios con el proceso de maduración del hombre y cómo va encontrando sus respuestas. Aunque, como bien dice tu maestro, no encuentra las respuestas trascendentes. Será que las respuestas esperan por nosotros al otro lado del Estigia. Tal vez.

En lo particular, me quedo con un refugio sin vidrios, porque luego éstos se ensucian y hay que limpiarlos. Soy flojo, que quieren. Además, prefiero arrojar las piedras y que le caigan también a los vidrios de otros. Así paso mi vida. Jajaja No es destrucción, sino un vano intento por vivir en una colectividad distinta del resto.

:) Nota especial: "Blindados por el modelo de felicidad que han absorvido"
Será más bien: "blindados por el modelo de felicidad que han absorbido" ¿No cree usted?

Lia dijo...

ha pues mira oti; a mi que de esos menesteres no me pregunten, porque si las piedras a mis vidrios fueran como esa.... ya no tendría techo.

Acho dijo...

Absorbida la crítica, corregido el desliz...
Desgraciado el que diseñó el primer teclado y puso la "v" al lado de la "b". Aunque la culpa también es mía, por no haber releído con suficiente atención como para notar que se me metió una "v" equivocada. Disculpas ortográficas presentadas. :)

Lamento que prefieras un refugio sin vidrios, oti, porque aunque se ensucien, siempre dejan ver un trozo de cielo. Yo tampoco soy fanático de la limpieza, pero aún así, puedo ver estrellas en la noche.

Y piedras sobre los vidrios ajenos, creo que nunca arrojé alguna, al menos con intención. Si se fue, es porque me excedí con la fuerza y se pasó de mi propio techo, al cual seguramente estaba destinada.

Y Lía, a no preocuparse si el techo se queda sin vidrios, siempre encontrarás uno de reserva en el sótano de tu propia casa abandonada. O quizás, en el momento oportuno, aparezca alguien dispuesto a regalarte un panel para reemplazar el que se rompió. ;)

Saludos a ambos.
Acho